Postsolar

Son ámpliamente conocidos los beneficios de la exposición al sol, a parte de la vitamina D que se produce en la piel a partir de la radiación ultravioleta de la luz solar, tomar el sol levanta el ánimo y es bueno para el cuerpo. Sin embargo, también daña la piel, provocando irritación y sensación de tirantez. Por eso el cuidado después del sol es tan importante, aparte de proteger activamente la piel contra los efectos del sol.

Una exposición prolongada al sol provoca quemaduras solares. Todos hemos experimentado quemaduras solares o es inevitable que las experimentemos a lo largo de nuestra vida.

¿Qué es lo que causa las quemaduras solares? Cuando nos exponemos a los rayos UVB durante un período de tiempo excesivo, se produce un daño en el ADN de las células de la piel. Estas células sufren lesiones que provocan una inflamación del tejido subcutáneo. La radiación UVA también tiene el mismo efecto, aunque tarda más tiempo en manifestarse. Como los rayos UVA penetran más profundamente en la piel, “sólo” se daña el colágeno, lo que reduce la elasticidad de la piel, lo que produce arrugas.

Aunque se utilice protector solar y se eviten las quemaduras de sol, la piel no está en las mejores condiciones después de tomar el sol. El sol, el viento y el calor secan la piel. Hay una falta de humedad y pueden aparecer arrugas. Los productos para el cuidado de la piel después de tomar el sol, que ayudan a la regeneración y a la autocuración de la piel, son tan importantes como un período de descanso de al menos doce horas. El cuello, la frente, la nariz, la barbilla, las mejillas, los hombros y el escote requieren un cuidado especial.